Hoy lunes 3 de junio la Feria abrirá al público a partir de las 18:00 por aviso de alerta naranja.

Una treintena de ferias del libro reunidas en Madrid acuerdan buscar la forma de trabajar juntas

Jesús González, subdirector adjunto en S.G. de Promoción del Libro, la Lectura y las Letras Españolas: «Todo lo que sea construir de manera participativa, desde el Ministerio de Cultura es bien recibido»

El día antes de la inauguración oficial de la Feria del Libro de Madrid, responsables de ferias del libro de 13 comunidades autónomas se han reunido en la Biblioteca Municipal Eugenio Trías del Parque de El Retiro para debatir sobre su presente y su futuro y compartir experiencias, distintas en función del modelo y tamaño de feria que cada uno representa.

En la cita, promovida por la anfitriona, Eva Orúe, directora de la Feria del Libro de Madrid, como un encuentro informal, una vez comentadas las particularidades expuestas, se ha decidido mantener el contacto y trabajar para encontrar la manera de establecer sinergias.

Una feria en un día

Antonio Ramírez, vocal del Gremi de Llibreters de Catalunya, comisionado para la organización de Sant Jordi en Barcelona, ha señalado que Sant Jordi «para una librería media supone entre el 7 y el 10 % de las ventas del año. Es el momento del año que condiciona el resto». Sobre la posibilidad, tras la experiencia de este año, de ampliar la duración de Sant Jordi ha explicado las dificultades logísticas que eso supondría, y habida cuenta de la importancia que tiene en el imaginario popular consideran que cambiarlo por una feria no funcionaría «porque Sant Jordi es una fiesta, no una feria».

Una organización que organiza todas las ferias

Ramón Domínguez, presidente de la Federación Librarías de Galicia, que organiza 13 ferias, ha comentado que están «en un debate interno sobre la estructura de las ferias, estudiando cuál puede ser el encaje perfecto, cómo seguir desarrollando ferias atractivas para el gran público, para los libreros, que tengan rentabilidad en lo económico pero también en lo social y lo cultural».

«Hay compañeros que piensan que es inviable seguir organizando ese volumen de ferias, otros que dicen que sí, que tenemos que respetar la diversidad de la Comunidad», ha apuntado Domínguez.

Ferias con una librería única

«Hemos hecho una feria de caja única, nos juntamos todas las librerías y presentamos un mostrador de 25 metros», ha explicado Luis Antonio Lisaso Gómez, presidente LAC (Librerías Asociadas de Cantabria), satifecho de lo conseguido. «Si vas como asociación y trabajas con la librería de pueblo, apoyas a esa librería».

Cuando el Ayuntamiento organiza

Jesús Bárez Iglesias, concejal de Cultura del Ayuntamiento de Soria, y responsable de su feria del libro, especializada en poesía, ha aventurado que «tal vez sea necesario que las ferias del libro se vayan especializando, sería la manera de dotar de personalidad a cada feria y de ir generando en torno a ellas, un movimiento especial».

Por su parte, Miguel Barrero Vázquez, director de la Fundación Municipal de Cultura, Educación y Universidad Popular del Ayuntamiento de Gijón/Xixón, ha enumerado los cuatro ejes que mueven su labor: «promoción de la lectura, dinamización del sector del libro, constituir un elemento de cohesión social y convertir la feria en un foco de debate en torno a la literatura y al libro».

Ana Mellado, directora del Área de Cultura y Turismo del Ayuntamiento de Valladolid, que organiza la Feria en colaboración con el gremio de libreros de Valladolid y el de editores de Castilla y León, remarcó que «se busca la cohesión social, se llevan actividades a los barrios, y que la ventaja de la gestión pública es poder contar con un presupuesto público, lo que permite dar estabilidad a la feria del libro». Así, «se atiende al interés público y no solo al interés comercial». Pero también ve desventajas en este modelo de gestión: “«que la administración tiene sus tiempos y el esfuerzo presupuestario recae en el Ayuntamiento».

Sobre fechas

David González Romero, vicepresidente de la Asociación Feria del Libro de Sevilla, ha explicado las razones por las que se han trasladado a finales de octubre: «climatológicas (el calor), de calendario (abril y mayo están saturados) y porque queremos singularizar la Feria, colocándola en el momento de la vuelta, la rentrée, el otoño en Sevilla es muy cultural». Además, ha anunciado que ponen en marcha HispaLit, «un festival con el que pretendemos retroalimentar a la Feria».

Alfonso Salazar, coordinador de la Feria del Libro de Granada, propuso que las ferias del libro cercanas armonicen los calendarios, para evitar coincidencias. O para, si esas coincidencias son inevitables, coordinarse.

Las dificultades de la insularidad

Irene Pérez, presidenta de la Asociación de Libreros de Las Palmas, comentó las dificultades de la organización en las islas: «¿Barco o avión? Un día entero perdido en traslados. Conseguir que un autor saque un día o día y medio para venir es muy difícil. Se nos va una parte importante del presupuesto solo en llevar los autores». Y otro problema: «los pedidos, tardan una semana en llegar. Hay libros que nos llegan después de la presentación».
Pérez invitó a los presentes a repetir el encuentro en 2023 en Las Palmas.

«Además del problema de la ultra periferia, tenemos el de cómo movernos entre las islas», ha añadido Mario Silva Armas, coordinador de programación.

Objetivo: la accesibilidad

Jesús Boluda del Toro, director la Feria del Libro de Murcia, ha aportado cómo consiguen que su Feria sea inclusiva: «Ponemos códigos para que cualquier persona con deficiencia visual o auditiva pueda tener acceso a la información y disfrutar plenamente de la Feria».

Gestión de colas y editores

Jorge Cabezas Montañana, secretario del Gremi de Llibreters de Valencia ha compartido que «las firmas más grandes se hacen en la organización, para que sean en un ambiente controlado. Siempre hay una librería que está encargada de la venta; esas librerías se eligen por sorteo. Intentamos que las editoriales pasen por las librerías. Hay zona de editoriales, pagan mucho más; y tenemos una carpa grande de editoriales valencianas».

Héctor Escobar, director de la Feria del Libro de León, concluyó que «el verdadero valor de las ferias es el de contagiar el entusiasmo de la lectura».

Apoyo institucional

En el encuentro, de carácter informal, ha tomado la palabra Jesús González, subdirector adjunto en S.G. de Promoción del Libro, la Lectura y las Letras Españolas (Ministerio de Cultura y Deporte). González trasladó a los participantes, en nombre de la directora general del Libro y Fomento de la Lectura, María José Gálvez, el apoyo institucional a la iniciativa. «Creemos que este foro va a suponer un lugar de aprendizaje», ha subrayado. «Nos permite, además, la búsqueda de sinergias. Todo lo que sea construir de manera participativa, desde el Ministerio de Cultura es bien recibido».

Han asistido también Ainhoa Sánchez, responsable del Área de Literatura de Acción Cultural Española; Sara Pérez, directora gerente de la Confederación Española de Gremios y Asociaciones de Libreros (CEGAL); Jesús Trueba, en representación de Todostuslibros.com; Víctor Malumián y Hernán López Winne, directores de la Feria de Editores de Buenos Aires; y Emilio del Río, director general de Bibliotecas, Archivos y Museos del Ayuntamiento de Madrid.

Foto © Isabel Infantes

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