Javier Ruescas: «Con 12 años no hay que leer El Lazarillo de Tormes o La Celestina»
Ayer viernes en la Feria se rindió homenaje a la escritora Ana María Moix en un encuentro con las escritoras Carme Riera, Carmen Berasategui y Juana Salabert.
Trampa Ediciones presentó el libro Detrás del telón. Escritos inéditos, una recopilación de las crónicas futbolísticas de Ana María Moix para Catalunya Ràdio.
Berasategui recordó a Moix con sus palabras: «Escribir es una forma de estar en el mundo».
Salabert destacó su fragilidad y sensibilidad, afirmando que su humor irónico y mordaz, pero sin maldad, era una protección contra su vulnerabilidad. También mencionó el impacto de la muerte de su hermano, que sufría de espina bífida, como un germen para su escritura, citando a los hermanos Goytisolo: «El dolor es el caldo de cultivo para la literatura».
Ana María Moix publicó su primera novela, Julia, en 1969, siendo una guía para nuevas formas de expresión en un momento en que el franquismo perdía el control sobre las mentes jóvenes, según Riera.
Por su parte, los escritores Javier Sierra, Juan Gómez-Jurado, María Dueñas y Vanessa Monfort homenajearon a la agente literaria Antonia Kerrigan en un emotivo acto en la Biblioteca Eugenio Trías. Gómez-Jurado recordó la protección, confianza y resistencia al alcohol de Kerrigan, mientras Monfort la describió como temperamental, dura y tierna. El escritor nicaragüense Sergio Ramírez también compartió su experiencia trabajando con Kerrigan desde 1998.
El escritor Javier Ruescas visitó la Feria del Libro de Madrid ayer para encontrarse con sus lectores en una charla patrocinada por Repsol en la Biblioteca Eugenio Trías del Retiro. Ruescas es un referente en la literatura juvenil. Durante el encuentro, habló sobre su libro Lo que pasó (Planeta), su inicio en la escritura, la influencia de crecer en una familia lectora y el papel de las redes sociales en su carrera y como puerta de entrada a la literatura. Desveló que uno de los seguidores que conoció con 13 años es en la actualidad el editor de su último libro. Sabe que sus vídeos explicando obras clásicas sirven a algunos jóvenes para aprobar los exámenes sin leer el libro: «Con 12 años no hay que leer El Lazarillo de Tormes o La Celestina», afirmó. Destacó la importancia de la conexión con los lectores y cómo crear una comunidad le ayudó a superar la soledad en su juventud. Ruescas explicó que la escritura le permite tener momentos de soledad, mientras que las redes le brindan un escenario para expresarse.
En un encuentro con los lectores, las escritoras Mónica Ojeda, Valeria Correa Fiz, Berta García Faet y Paula Ducay compartieron sus perspectivas sobre el proceso de escritura, destacando la sorpresa y el placer como elementos fundamentales. Ojeda describió la escritura como un proceso de generar constelaciones de la nada.
Al final de la tarde, la autora palestina Adanía Shibli presentó la traducción de su obra Un detalle menor (Hoja de Lata), inspirada en su experiencia durante la Segunda Intifada. Shibli aprovechó la Feria del Libro de Madrid para explicar la realidad de su tierra y la importancia de la literatura como un arma contra el genocidio, subrayando la necesidad de recordar los pueblos destruidos desde 1948. «Contra el genocidio, más literatura», concluyó.
Foto © Patricia J. Garcinuño