Sara García, astronauta: «Yo elegí la ciencia para no aburrirme nunca, pero sin todo lo que hice no estaría aquí»
La Feria recibió ayer lunes la visita de la astronauta de la Agencia Espacial Europea, Sara García Alonso, acompañada de la jefa de la sección de Ciencia y Tecnología de la Agencia EFE, Noemí G. González como organizadora de la charla en la que ambas participaron. Ante un público juvenil, la astronauta desveló los secretos de las fases de selección de la candidatura, la preparación para las pruebas y los entrenamientos específicos para las misiones.
García subrayó la importancia de que se combinen investigación, divulgación y formación continuada en carreras científicas y reseñó el cambio hacia la buena dirección que tiene lugar desde hace un tiempo en España. Ella es el mejor ejemplo: mientras permanece en la reserva de la Agencia Espacial Europea sigue manteniendo sus labores como investigadora esperando que surja una misión que la lleve al espacio. Sueña con que la llamen para una misión, pero hasta que llegue ese momento debe mantenerse activa, formándose y preparándose para ello: «En el momento en que hubiera alguna misión que coincidiera con mi perfil o fuera necesario para sustituir a otro compañero, cogería una excedencia para poder hacer la formación específica de la misión; después volvería a mi puesto». Para ella es imprescindible que la formación no acabe nunca. Se congratulaba de que las pruebas de selección hayan cambiado: se buscan aptitudes distintas, combinables, saber gestionar el miedo, controlar los impulsos, resolver situaciones desde la calma… Sara García animó a las chicas y chicos asistentes a acceder a carreras de Ciencias: «Yo elegí la ciencia para no aburrirme nunca, no para llegar a ningún sitio. Todo lo que he hecho no era para este objetivo, pero sin todo lo que hice no estaría aquí», confesó.
La Feria con el medioambiente
En el Día Mundial del Medioambiente, la Feria del Libro fue el escenario de dos eventos que tienen el cuidado del entorno como eje central. El primero fue la presentación del libro Alerta: greenwashing. El ecoblanqueo en España, del ambientólogo Jaume Enciso, y el segundo, una charla inspirada en la obra de la activista Greta Thunberg, El libro del clima.
Alerta: greenwashing. El ecoblanqueo en España, es una obra coral que pone de relieve la práctica de ecolavado de muchas empresas que se promocionan como sostenibles sin serlo. Es una denuncia contra las prácticas de empresas con nombre y apellidos que se dedican, por ejemplo, a vender la imagen de que los tetrabricks son sostenibles o de que volar lo es. La ambientóloga Verónica Sanz, especialista en certificación de sostenibilidad explicó las trampas de los etiquetados. Sanz reconoce la desinformación como uno de los principales problemas. El público no sabe distinguir un certificado que esté autorizado por la Comisión Europea, por lo general.
Pablo Muñoz, de Ecologistas en Acción, se dedica especialmente a la observación del sector de la aviación, donde se cometen todo tipo de abusos. Hay sectores en el que es más visible que en otros este tipo de prácticas. Muñoz asegura que el primer error es pensar que podemos mantener el ritmo de consumo actual. El sector de la aviación sigue principalmente basado en combustibles fósiles, por lo que la sostenibilidad es algo pendiente. Enciso quiso recordar que de nada vale hablar de sostenibilidad sin hablar de reciclaje. «A veces la cuestión no es reciclar sino no producir tanto para no tener que reciclar».
Sanz se refirió también al sector de la moda, que necesita una revisión exhaustiva, por ejemplo, en cuanto a la producción de tejidos a partir de desechos plásticos. «Las marcas nos engañan. Cuando metes en la lavadora un tejido hecho de plástico reciclado del océano lo que ocurre es que con las cremalleras y poco a poco se vuelve a enviar de vuelta al mar una gran cantidad de microplásticos. Hay opciones más allá del reciclaje, coincidieron los ponentes. Lo principal, sentenciaba Muñoz, es reducir el consumo para evitar la sobreproducción. «La desaceleración asusta», concedió Enciso, pero mantiene que es el único camino a seguir para revertir nuestro impacto en el medioambiente.
Greta Thunberg, voz de esta generación
El libro del clima, de Greta Thunberg es uno de las publicaciones con mayor poder de convocatoria de los últimos años. En él, la joven activista ha sido capaz de reunir a más de 100 periodistas, científicos, activistas para responder a las preguntas más trascendentes para el planeta tierra y la vida humana en él. ¿Cómo funciona el clima y cómo nos afecta? ¿Qué hemos hecho y qué podemos hacer?
En la charla ‘Cambio climático: ¿Qué debemos hacer ahora?’ se expusieron los problemas más acuciantes para el planeta y qué se está haciendo para revertirlos de la mano de expertos. Xiomara Cantera, periodista especializada en medioambiente, habló de crisis ambiental, además de climática. Es un problema holístico, no solo del calor o frío que hace. Defendió el alcance de la joven activista sueca: «Greta ha llegado a un público al que nadie había llegado». Ha logrado reunir a más gente que nadie y tiene la libertad de no estar unida a ninguna institución ni empresa. María Abajo, activista y fundadora de Less&Concious, reconoció que Thunberg es la voz de su generación. Recordó los miles de niños que salían a la calle en los ‘Viernes por el Futuro’, la huelga iniciada por la joven para protestar contra la pasividad de los gobiernos. Eso no lo ha conseguido nadie. El libro, resume Martínez Albornoz, es una visión panorámica construida a partir de las perspectivas de especialistas de todas las disciplinas. Los científicos, aseguró, han visto en Greta una embajadora perfecta tras más de 50 años en los que no han tenido voz. La editora concluye que lo más importante que ha conseguido Thunberg ha sido trasladar el discurso y la protesta «del paper a la calle».
Los escenarios de la Ciencia
La Biblioteca Municipal Eugenio Trías se convirtió ayer en las bambalinas del teatro español. La dramaturga Beatrice Bergamín moderó una mesa de diálogo frente a la que se sentaron la directora del Centro de Documentación de las Artes Escénicas y de la Música, Ana Isabel Fernández Balbuena; el escritor de teatro Enrique Torres Infantes; y el actor, escritor y director de teatro Sebastián Moreno. Bergamín definió el teatro como «un animal literario y científico» y recordó que en la cultura clásica no había distinción entre disciplinas, eran parte de un mismo todo que, en sus propias palabras, «es la búsqueda de la verdad». Fernández Valbuena avanzó sobre lo expuesto por Bergamín: «Las ciencias y el teatro son un camino de búsqueda, no sé si de la verdad, pero son un camino. El arte es una vía de intervención muy potente».
La directora confesó ser una apasionada de las lecturas científicas, que lee siempre con un cuaderno al lado donde recoge las dudas, preguntas y premisas que suscitan los textos de ciencia. En la ciencia hay un gran número de contradicciones, de contrariedades, de contrastes, dice Torres Infantes. Son un material perfecto para el teatro. Recordó que cuando se enfrenta a la ciencia lo hace siempre guiado. Es necesario que alguien te ilumine, afirmó. Moreno habló de hacer ficción para explicar la propia realidad, y concluyó: «Solo se puede escribir de lo que no se sabe».
Foto © Isabel Infantes
