La FLMadrid sigue dando pasos en su camino por ser un evento respetuoso con el medioambiente y con el entorno en el que se emplaza, el Parque de El Retiro
Hace unos días dio comienzo la obra que permitirá a la Feria del Libro de Madrid prescindir de uno de los grupos electrógenos que hasta ahora le han suministrado energía. Los trabajos consisten en hacer una instalación eléctrica de enlace permanente en baja tensión para lo cual se ha procedido a cavar una zanja de unos 180 metros en el tramo de máxima longitud, con 80 centímetros de profundidad y 50 de ancho. A su término, el nuevo cuadro eléctrico podrá alimentar a las casetas y demás instalaciones de la Feria, que en 2025 celebrará su 84.ª edición.
Ya en la última edición, la de 2024, la Feria del Libro de Madrid abasteció por primera vez a sus dos generadores eléctricos con combustible renovable en su totalidad. Debido a esto, los más de 4000 litros proporcionados por Repsol para surtir de energía a parte de las instalaciones del evento, redujeron en 12 el número de toneladas de CO2 emitidas a la atmósfera, en comparación con ediciones anteriores.
Eva Orúe: «Esta obra contribuirá a mejorar nuestra manera de estar en El Retiro»
Pero la dirección de la Feria ha querido ir más allá. Lejos de conformarse con este avance en su compromiso con el respeto y cuidado del medioambiente, y tal y como asegura confiada Eva Orúe, «esta obra contribuirá a mejorar nuestra manera de estar en El Retiro, porque es una prioridad absoluta». Conseguirá con ello, además, reducir a la mitad el gasto de combustible en la próxima edición.
La Feria asume el coste total de esta instalación eléctrica, que cuenta con las autorizaciones pertinentes, emitidas por la Subdirección General de Patrimonio Histórico de la Comunidad de Madrid y por el Área de Urbanismo, Medio Ambiente y Movilidad del Ayuntamiento de Madrid.
Su gestión ha durado varios años, pero, finalmente, su acometida, «nos va a permitir dar un paso de gigante en la buena dirección: eliminar un generador nos brinda la posibilidad de ganar espacio, reducir el ruido –aunque la maquinaria de última generación que empleamos es ya muy silenciosa–, y suprimir el consumo de miles de litros de combustible. Además, nos evitaremos algunos pequeños sobresaltos… En definitiva, una mejora medioambiental y un avance organizativo notables», añade Orúe.
Fases de los trabajos
Según el jefe de obra, se estima una duración de dos meses para los trabajos que se están acometiendo. Tras haber distribuido los tubos y arquetas a lo largo de la zanja cavada, «los operarios procederán a realizar una cama de arena de río, antes del hormigón y el asfalto, y como paso previo a la introducción del cableado a través de las arquetas». La celeridad con la que se vayan culminando las distintas fases de la obra dependerá de la climatología. Comenta, además, que «aunque este tipo de instalación no es complicada, trabajar en un lugar tan agradable como El Retiro lo hace especial».
Asimismo, la empresa contratista ha tomado todas las medidas de seguridad necesarias para evitar riesgos a los visitantes del parque. Se han abierto pasos alternativos también para que los transeúntes puedan deambular cómodamente por la zona mientras duran los trabajos.